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Mediación empresarial internacional con el método «Nueva Alianza» | Nishri Mediators – Nadav Nishri

Mediación empresarial internacional con el método «Nueva Alianza»

Cuando surge un conflicto entre empresas que operan en distintos países, el impacto va mucho más allá de un contrato concreto. La reputación en varios mercados, las relaciones estratégicas a largo plazo, los inversores, los equipos y las cadenas de suministro pueden verse afectados. El litigio o el arbitraje internacional suelen ser caminos lentos, costosos y adversariales que corren el riesgo de profundizar la crisis en lugar de resolverla.

La mediación empresarial internacional con el método Nueva Alianza propone un camino distinto. Es un proceso estructurado, orientado al futuro, que combina comprensión jurídica, visión comercial e inteligencia emocional, y está diseñado para ayudar a compañías situadas en jurisdicciones diferentes a pasar de la escalada al acuerdo, preservando lo más importante: la continuidad del negocio, la confianza y la posibilidad de seguir colaborando.

El método se ha desarrollado y refinado a lo largo de más de quince años de práctica en mediaciones complejas, con la idea central de que un conflicto bien gestionado puede convertirse en una palanca de crecimiento, y no solo en un daño a minimizar.

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Nadav Nishri – mediador empresarial internacional, creador del método Nueva Alianza

Nadav Nishri, mediador con más de 15 años de experiencia, creador del método Nueva Alianza y fundador de Nishri Mediators – despacho internacional de mediación que trabaja con empresas, socios y accionistas en múltiples jurisdicciones.

¿Qué es la mediación empresarial internacional según el método Nueva Alianza?

La mediación empresarial internacional es un proceso estructurado en el que empresas, accionistas, socios o consejos de administración se reúnen con un mediador neutral para abordar un conflicto que atraviesa fronteras – jurídicas, culturales y organizativas. En lugar de preguntar solo «¿quién tiene razón según la ley de qué país?», el método Nueva Alianza se centra en otra pregunta: «¿qué tiene que ocurrir ahora para que todas las partes puedan avanzar de forma sostenible?».

En los conflictos transfronterizos casi nunca existe una sola historia. Cada parte llega con su propio relato: cómo empezó la relación, quién invirtió qué, qué promesas se hicieron, qué falló y quién no cumplió. Al mismo tiempo, existen elementos objetivos: contratos sujetos a diferentes marcos legales, exigencias regulatorias, restricciones de cumplimiento normativo, cambios políticos y riesgos relacionados con divisas o logística.

El método Nueva Alianza pone en diálogo estas dos dimensiones. Por un lado, reconoce las capas emocionales de decepción, presión, miedo y enfado que acompañan a cualquier conflicto serio. Por otro, analiza con atención las estructuras jurídicas y comerciales: joint ventures, contratos de distribución o franquicia, acuerdos de suministro, propiedad intelectual, derechos de los accionistas y mecanismos de gobierno corporativo en varios países.

En lugar de quedar atrapadas en un intercambio de escritos entre despachos de abogados en distintos idiomas y husos horarios, las empresas son invitadas a un proceso unificado en el que todas las voces pueden ser escuchadas en un solo marco. El objetivo es pasar de la escalada y la polarización a un acuerdo claro, realista y aplicable en todas las jurisdicciones relevantes.

¿Cuándo es adecuada la mediación empresarial internacional?

La mediación empresarial internacional resulta adecuada en una amplia variedad de situaciones: desacuerdos entre socios de un joint venture cuando las expectativas no se han cumplido; conflictos entre un fabricante en un país y un distribuidor o franquiciado en otro; disputas entre empresas tecnológicas y partners de implementación en mercados locales; o tensiones entre accionistas e inversores cuando el proyecto no evoluciona como se esperaba.

También es especialmente relevante cuando ya existen procedimientos paralelos o el riesgo de que se inicien: una empresa se plantea demandar en una determinada jurisdicción mientras otra prepara un arbitraje en un país distinto, con el peligro real de una batalla jurídica internacional larga, costosa y fragmentada. La mediación permite reunir a los actores clave en un único proceso estructurado antes de que las posiciones legales se endurezcan y las declaraciones públicas cierren puertas.

En sectores en los que la reputación y las relaciones son vitales – como tecnología, ciencias de la vida, energía, infraestructuras, servicios financieros, despachos profesionales o grupos empresariales familiares multinacionales –, la mediación suele ser la única herramienta que permite cerrar una crisis sin quemar puentes ni dañar la posición en el mercado.

¿Cómo funciona en la práctica la mediación empresarial internacional?

El proceso comienza normalmente con una reunión o llamada inicial con los principales decisores, a veces por separado y a veces conjuntamente. El objetivo es comprender quiénes son las partes, qué jurisdicciones y contratos están en juego y qué espera lograr cada parte con la mediación. En este momento todavía no se negocia el fondo del conflicto, sino que se construye un marco común claro y seguro.

Una vez tomada la decisión de avanzar, la mediación se estructura en una serie de sesiones. Algunas son reuniones conjuntas con los representantes y asesores de ambas partes; otras son encuentros individuales (caucus), en los que cada parte puede hablar confidencialmente con el mediador sobre sus límites, sus presiones internas, sus miedos y las concesiones que podría aceptar. Estas conversaciones permiten explorar opciones que no podrían plantearse en una negociación directa tradicional.

A lo largo del proceso, el método Nueva Alianza pone el foco en el futuro. No solo se trata de cerrar la brecha actual, sino de definir cómo debería verse la relación – o su cierre ordenado – dentro de cinco o diez años. Esta perspectiva facilita diseñar soluciones que tengan en cuenta la reputación, la cooperación futura, a los inversores, a los equipos y al ecosistema más amplio en el que operan las empresas.

Cuando los entendimientos se consolidan, se recogen en un documento claro, redactado de manera que pueda aplicarse en todas las jurisdicciones relevantes. En algunos casos será un acuerdo comercial que permanece privado; en otros se presentará para su aprobación ante un tribunal competente o una institución arbitral, a fin de dotarlo de la fuerza de una sentencia o un laudo.

Fuerza ejecutiva internacional y la Convención de Singapur sobre la mediación

En los conflictos transfronterizos, la cuestión clave no es solo cómo llegar a un acuerdo, sino también cómo garantizar que dicho acuerdo sea respetado y ejecutable en distintos países. Por ello, la mediación empresarial internacional se apoya cada vez más en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre los acuerdos de transacción internacional resultantes de la mediación, conocida como la Convención de Singapur sobre la mediación.

Cuando se cumplen las condiciones de la Convención y los países implicados son Estados parte, es posible otorgar al acuerdo alcanzado en mediación un estatus cercano al de una sentencia: el acuerdo puede presentarse ante las autoridades competentes de los Estados signatarios y servir de base para su ejecución, sin necesidad de volver a litigar el fondo del asunto.

En la práctica, esto significa que, al diseñar y redactar un acuerdo en una mediación internacional, podemos anticipar la cuestión de su ejecutabilidad en distintas jurisdicciones y estructurar el documento de modo que responda tanto a las necesidades comerciales de las partes como a los requisitos jurídicos de la Convención de Singapur cuando resulte aplicable. Esto aporta una capa adicional de seguridad y reduce el riesgo de incumplimiento futuro.

¿Por qué elegir Nishri Mediators para una mediación empresarial internacional?

Nishri Mediators es un despacho de mediación que combina una gran experiencia en mediación familiar y empresarial con un profundo conocimiento de los litigios civiles y comerciales complejos. A lo largo de más de quince años, el método Nueva Alianza se ha probado y refinado en casos altamente sensibles con múltiples partes, asesores y jurisdicciones.

Nuestra aproximación es integradora: hablamos el lenguaje de los abogados y asesores internos, pero también el de los directores generales, fundadores, inversores y familias empresarias. Sabemos movernos entre el detalle jurídico y la visión estratégica, entre las hojas de cálculo y las dinámicas humanas, para construir soluciones que sigan siendo válidas después de la firma.

La mediación puede desarrollarse de forma presencial en Israel o íntegramente online mediante plataformas de videoconferencia seguras, con participantes conectados desde distintos husos horarios. Cuando es necesario, trabajamos en colaboración con despachos locales, asesores fiscales y expertos en cumplimiento en los países implicados, de modo que los acuerdos alcanzados en mediación se ajusten a los marcos regulatorios y fiscales y puedan implementarse sin fricciones.

En el centro del método Nueva Alianza hay un principio sencillo: transformar un conflicto en escalada en una oportunidad para rediseñar la relación – o su cierre – de una forma más honesta, más estable y más sostenible para todas las partes.

¿Cuándo conviene plantearse la mediación empresarial internacional?

Conviene plantearse la mediación cuando se percibe que el conflicto ya es demasiado grande para una negociación informal, pero no está claro que el arbitraje o el litigio sirvan realmente a los intereses a largo plazo de la compañía. Esto es especialmente cierto cuando la prioridad es proteger la reputación, evitar procedimientos públicos, mantener abierta la posibilidad de seguir colaborando o impedir que el conflicto se extienda a otros mercados y grupos de interés.

Incluso cuando ya se han iniciado procedimientos judiciales, en muchos casos es posible suspenderlos, derivar el conflicto a mediación y alcanzar un acuerdo que posteriormente reciba fuerza vinculante mediante su homologación por la autoridad competente. Para muchas empresas, esta vía resulta más rápida, previsible y notablemente menos costosa – en términos económicos y emocionales – que una larga batalla legal internacional.

Si su empresa se enfrenta actualmente a un conflicto transfronterizo y desea explorar un camino que proteja tanto sus intereses como sus relaciones a largo plazo, la mediación empresarial internacional con el método Nueva Alianza puede ser una opción adecuada.

Le invitamos a ponerse en contacto con nosotros para una primera conversación sin compromiso, a fin de analizar cómo puede adaptarse este proceso a su caso, a sus contratos y a las jurisdicciones implicadas en su conflicto.

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